¿Por qué se rechaza a la gente “gorda”?


Son muchas las personas que suelen rechazar a la gente obesa, al verlas la reacción no muy agradable parece involuntaria, y hay quienes hasta llegan a hacer algún comentario o critica, quizá burla, o una negación a estar cerca de ellas. Lo más curioso es que, incluso las mismas personas que tienen sobrepeso, suelen rechazarse a sí mismas.
Si bien las personas obesas han aprendido a adaptarse y convivir con su peso y aspecto, no les es fácil, en el fondo, aceptarse, la mayoría de ellas suelen criticarse a menudo y sentirse mal con ellas mismas, e incluso se desprecian de formas, en ocasiones, muy severas.
No sabremos nunca que exactamente sucede en el interior de una persona que padece o sufre de alguna afección hasta que lo hayamos padecido en carne propia lo mismo o hayamos hecho una empatía profunda con ese ser humano. Muchas veces, adquirimos comportamientos y hábitos y los repetimos mecánica y constantemente sin nunca saber porque los hacemos y si hay alguna razón válida para hacerlos.
Criticar y rechazar es algo que todo ser humano ha sentido alguna vez, pero si viésemos las cosas más objetivas en lugar de simplemente dejarnos llevar siempre por nuestras opiniones y reacciones, quizá descubriríamos cosas muy interesantes respecto a nosotros mismos y aprenderíamos de nuestras reacciones.
Rechazar a una persona obesa no es que este “mal o bien”, esto es sólo una reacción en consecuencia de lo que hemos aprendido, solemos rechazar o criticar algo por prejuicios, porque nos enseñaron que algo “estaba mal”, y cuando nos topamos con eso, lo rechazamos o juzgamos.
Los niños son expertos para decir su opinión abiertamente respecto a la gente obesa, hay niños más expresivos que hasta son crueles en la forma en como dicen las cosas, y hay jóvenes, niños y hasta adultos que ponen adjetivos burlescos a los obesos.
Sin embargo, más allá de los prejuicios y lo que hemos aprendido, habría que analizar y observar muy objetivamente este rechazo.

El mensaje que envían las personas obesas
El cuerpo tiene un lenguaje, y este lenguaje expresa cosas evidentes de nuestra personalidad y carácter. Saber leer el cuerpo es todo un arte y, sin embargo, hay cosas que aunque no podemos decir o poner en palabras, si las sentimos y las percibimos, aunque no seamos unos expertos si podemos sentir lo que nos dice el cuerpo de una persona.
Para descifrar el mensaje del cuerpo de una persona obesa, es interesante empezar por observar el lenguaje verbal que usamos en la vida cotidiana:
En el lenguaje ordinario, solemos usar expresiones como estas: “Me cae “gordo”, “No lo soporto” “No lo tolero” “Me pesa hacer esto” “Ese tipo es muy pesado” “Esta hinchado de orgullo” “No te aguanto”, etc. Estas expresiones cotidianas, curiosamente, no las usamos para referirnos a la gente gorda, sino para referirnos a aquellas personas que nos caen “mal”.
Si observamos, todas las expresiones verbales hacen alusión “al peso” de una cosa, no a un peso físico, sino un peso excesivo en el carácter o personalidad.
Ahora bien: el cuerpo de una persona obesa esta está lleno de grasas y sustancias innecesarias, de toxinas, de un mal funcionamiento quizá de algunos sistemas. El cuerpo de una persona obesa es, objetivamente, el resumen ya sea de una débil voluntad por no poder dejar de comer, de un descuido general y de una falta de “línea” en la vida, un cuerpo obeso nos habla de una excesiva necesidad de alimento o de comer (lo cual nos habla, en el fondo, de una fuerte necesidad afectiva (alimento espiritual) que se compensa con el alimento). Nos habla también de que probablemente la persona sacia los momentos y la vida con gustos pasajeros y superficiales que sólo llenan y no nutren, muchas personas obesas suelen comer cosas con muy bajo nivel nutritivo (comida chatarra), reflejo quizá del tipo de conocimiento y experiencias de las cuales su vida esta “ganando espacio”, en lugar de estar siendo alimentada.
Dentro del cuerpo de una persona obesa, algunos órganos del cuerpo como el hígado, riñón, corazón, etc., viven más apretados, el cuerpo tiene que hacer un mayor esfuerzo por hacer sus tareas, el corazón labora con más trabajo, la sangre necesita circular más rápido pues el espacio interior de venas y arterias es menor, los huesos y el sistema óseos tienen que soportar y tolerar el peso del cuerpo, y se desgastan, dañan y sufren. El sobrepeso, entonces, parece ser como una “asfixia” interior, reflejo quizá de la forma en que se siente profundamente la persona con sobrepeso.

Cuando vemos a una persona gorda, quizá no razonemos todo esto, pero la energía que emiten todas estas actitudes y el resumen de un cuerpo sí que la percibimos, su débil voluntad, su necesidad afectiva profunda o su insaciabilidad sentimental, quizá su rechazo o crítica a si misma (lo que se podría traducir en un “no me soporto”). Además de esto, ver un cuerpo obeso nos transmite un sentimiento de saturación, de que no hay espacio, un cuerpo y una mente cargados de cosas “innecesarias” y poco “nutritivas“, un cuerpo y una mente que “ganan espacio” pero sin estar alimentados con lo esencial.
Todo esto que percibimos en segundos y que se transforma en una sensación de rechazo o malestar en aquel que ve a un obeso, puede acentuarse cuando, por ejemplo, el cuerpo de alguna persona adulta obesa está acompañado por rasgos infantiles en su fisonomía, lo cual nos puede remitir a que esa persona puede ser carente de carácter, inmadura emocional y quizá poco responsable o muy dependiente.
Los mensajes corporales son los responsables de que reaccionemos con ciertas actitudes no agradables ante las personas obesas. Sin embargo, tener claros todos estos mensajes y comprender el sentimiento que habita dentro de una persona obesa, puede ayudar mucho a comprender la causa raíz de la obesidad y, en lugar de reaccionar con rechazo, volvernos más comprensivos respecto a esto, tomando en cuenta que quizá lo que más anhelan las personas con sobrepeso es una aceptación y aprobación incondicional, quizá tengan ellas mismas que aprender a amarse y aceptarse, o a observar las cosas innecesarias que hay en sus vidas y aprender a nutrirse con personas, experiencias, conocimiento y alimento más “nutritivos”.
Publicado en Inteligencia Emocional  por: Laura diciembre 24th, 2010

1 comentario:

  1. Realmente muy interesante todo lo que pubican aqui.....felicidades!!!

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