La “Carta de los 18″ y la penúltima razia de la “policía de las vacunas”

La “policía de las vacunas” es una red de intereses creados entorno a las vacunas formada por “expertos” financiados, por lo general, por los laboratorios farmacéuticos fabricantes de vacunas. Su objetivo es garantizar que las vacunas sigan constituyendo un mito y reprimen de manera sistemática a quienes osen cuestionar su necesidad, eficacia o seguridad. Os cuento su última razia.

Hace unos días publiqué el post titulado Marketing vestido de ciencia para la vacuna del papiloma mientras crecen las críticas. Justo antes, había visto en mi correo uno proveniente de la lista Dismong (de disease mongering o tráfico de enfermedades, constituida por profesionales sanitarios preocupados por dicho fenómeno).

Se titulaba Cuando se le pisa el terreno a un experto y lo enviaba el médico Enrique Gavilán pero decidí verlo tras publicar el post pues ya tenía suficiente info para el mismo.

Tras publicar lo primero accedí a él y encontré lo que prometía, un nuevo caso de censura promovido por la policía del pensamiento en temas de vacunas en nuestro país. Os lo resumo porque no quiero abundar en lo que ya numerosos profesionales sanitarios éticos y dignos han publicado en las redes sociales estos días atrás. Quiero ir un poco más allá.

Gavilán y otro médico serio y crítico, Javier Padilla, publicaron hace casi un año un artículo valioso sobre la vacuna del papiloma en una revista Actualización en Medicina de Familia (AMF). En este blog lo reprodujimos en dos partes. Leed Las medias verdades ocultas sobre la vacuna del papiloma. II


Pues bien, ahora sabemos que la dirección de esa publicación recibió una carta firmada por 18 autodenominados “expertos” quejándose, con argumentos peregrinos, de la publicación de dicho trabajo que no ponía muy bien que digamos a la vacuna.


Los autores del texto envían una réplica pero la revista retira la carta de queja y cierra en falso el asunto, sin debate.

Luego, cuando ya se ha montado el revuelo, uno de los firmantes de la carta “sale del armario” con valentía y pundonor y publica el texto… pero no los nombres de quienes la firmaron.

¿Quienes firmaron la carta y se erigieron así en censores, en guardianes de las verdades (y mentiras) de la vacuna del papiloma? 18 personas pertenecientes a grupos de trabajo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC), a la que por cierto pertenecen Gavilán y Padilla y de la Asociación Española de Vacunología (AEV), el principal lobby de vacunas en España.

La AEV tiene como presidente a Amós José García Rojas. Él y José María Bayas Rodríguez, asesor en temas vacunales, forman el núcleo duro del lobby duro. ¿Duda alguien que estos son dos de los nombres que firmaron lo que ha venido a llamarse La carta de los 18?

SEMFyC y AEV han actuado como lobbies de los laboratorios de vacunas. AEV, además, no es la primera vez que utiliza la estrategia de la carta. Hace unos meses, junto con otras dos sociedades “científicas”, enviaron una carta de queja a la dirección del XVII Congreso Internacional de Investigación en Cuidados que se celebraró del 12 al 15 de noviembre en Lérida (Cataluña). Así es como consiguieron censurar la intervención de Teresa Forcades, monja y médico especializada en Salud Pública, que iba a abrir el congreso con una ponencia sobre la vacuna del papiloma.

La AEV, como muestra en su propia página web, está patrocinada por los fabricantes de vacunas: GlaxoSmithKline, Sanofi Pasteur MSD, Pfizer y Baxter. No lo ocultan. De hecho, Amós García, antes de comenzar su última charla sobre vacunas en la Organización Médica Colegial (OMC) declaró sus conflictos de interés con varios laboratorios. Por cierto, la AEV también intentó usar su influencia para que se moderase el discurso en dicho acto.


La obsesión de la AEV es mantener bien firmes a sus filas, a los médicos y líderes de opinión en el ámbito sanitario. Que no haya críticas a NINGUNA vacuna. Escribo obsesión porque esa es la palabra que usó el citado José María Bayas para referirse a mí en otra de sus actuaciones destinadas a mantener prietas las filas.

Gracias a un médico que estaba presente, pude saber que este hombre va por los colegios de médicos dando charlas basadas en intentar desprestigiar a quienes estamos revisando la necesidad, eficacia y seguridad de las vacunas. Las charlas en ocasiones se basan en una presentación que exhibe mi página web y otras que él considera y dice que estamos “obsesinados” con las vacunas.

Entre los colaboradores del acto en el Colegio de Médicos de Alicante estuvo GlaxoSmithKline y Roche, entre otros.

Por no respetar, no respetan a ni a los ciudadanos que se dirigen a ellos para hacerles alguna pregunta sobre vacunas. He escrito en otras ocasiones que todas las opiniones han de ser respetadas pero presidente y vicepresidente de la AEV actúan como talibanes de la ciencia industrial.

Como puedo documentar, cuando un ciudadano les escribe preguntando por las vacunas se esfuerzan en responderle hasta que el tono crítico del demandante de información les cansa. Es entonces cuando contestan con un deje de “Deja de tocarme las……”, dan por finiquitado el asunto y califican de “sandeces” las incómodas preguntas ciudadanas.

Como argumenta Gérvas:

“Están convirtiendo las vacunas en medicamentos ‘sagrados’ y encuentran en los ‘antivacunas’ toda la razón para evitar el debate científico y la transparencia”.

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