El lado Derecho e Izquierdo de nuestro Cuerpo

La lateralidad hace referencia a la facilidad que tenemos para utilizar los órganos que se encuentran en el lado derecho o izquierdo de nuestro cuerpo.

Las personas por lo general somos más diestros, o sea que usamos el lado derecho, que zurdos, que usan el lado izquierdo. El origen de la lateralidad, no se conoce con precisión, se cree que está relacionado a que el hemisferio cerebral izquierdo, que se encarga de ejercer control sobre el lado opuesto, es el predominante.

El lado derecho del cuerpo está gobernado por el hemisferio izquierdo y está relacionado con el trabajo, el conocimiento, la energía Yang que simboliza lo masculino, el padre o la autoridad, etc.

El lado izquierdo gobernado por el hemisferio derecho está relacionado con la intuición, la energía Yin, el lado femenino y la madre o instituciones, sociedad, etc.

Estas creencias son admitidas para la fisiología, aunque la ciencia, no las considera calificadas para explicar el lenguaje.

Las personas tenemos dos sistemas nerviosos:
  1. El sistema nervioso central regido por el cerebro y por nuestro consciente,   se cuida de los procesos voluntarios, como caminar, coger algo, abrazar, etc. ya que actúa sobre las fibras musculares situadas principalmente en los brazos y las piernas. Este sistema, se cruza en la garganta, por lo que cada hemisferio cerebral gobierna el lado del cuerpo contrario al que se encuentra situado.
  2. El sistema nervioso autónomo está regido por nuestro  inconsciente, controla todo lo que es involuntario en el cuerpo, como la digestión, el sistema inmunológico, la respiración, etc. y de él dependen el corazón, el páncreas, el hígado, etc. Este sistema no se atraviesa, si no que se desarrolla a partir de un eje central. De la cabeza a los pies, la derecha se mantiene a la derecha y la izquierda, a la izquierda.
Según la psicología, la personas tenemos las dos polaridades, una visible y otra oculta, masculina femenina, pero tanto física como psicológicamente tenemos preferencia a una de ellas dejando la otra en segundo plano. No reconocer la parte oculta que hay en nosotros, nos causa ansiedad y nos hace sufrir, ya que cuando uno rechaza en su interior un principio determinado, cada vez que lo encuentre en el mundo exterior desencadenará en él una reacción de angustia y repudio y le llevará a proyectarlos sobre su cónyuge o pareja. De dicha proyección emana la tendencia de resaltar las cualidades o defectos de otra persona que, en realidad, solo reflejan, como si se tratara de un espejo, la belleza o las imperfecciones de nuestra propia alma.

Con ésta teoría podemos comprender que nuestra dificultad viene de esa parte de nosotros que no queremos ver.

Por eso cuando alguien tiene algún síntoma negativo en su rodilla derecha, símbolo de la acción, de la razón, ya que está gobernada por el hemisferio izquierdo, masculino, podría manifestar alguna dificultad con su parte invisible y secreta, es decir, con su dimensión femenina oculta, a la que se ve confrontada a través de una mujer de su entorno, la que le llevará a tomar conciencia del problema de matiz femenina  que tiene.

JOSEP MASDEU BRUFAL - Naturópata

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