Si nuestro “servicio de limpieza” interior no funciona bien (principalmente el colon), estamos más expuestos a padecer enfermedades y con ello a envejecer prematuramente.
Muchas personas con problemas de diferente naturaleza, sin solución aparente, como depresiones, enfermedades reumáticas, cardiovasculares, insomnio, obesidad…, a través de un adecuado tratamiento intestinal, han recobrado la salud y han logrado unos niveles de calidad de vida que no se imaginaban.
Siempre antes de que aparezca cualquier enfermedad, hay unos síntomas que nos avisan que nuestro cuerpo padece una intoxicación crónica de origen intestinal. Algunos de estos síntomas son:
• Fatiga al levantarnos
• Envejecimiento prematuro de la piel
• Pérdida del deseo sexual
• Disminución de la fecundidad, responsable de ciertas esterilidades
• Mal aliento y un olor fuerte de la orina o del sudor
• Incremento de la mucosidad nasal o genital, o el flujo menstrual maloliente
• Ojos enrojecidos
Nos intoxicamos debido a lo que comemos y por cómo lo comemos, ya que la calidad de los alimentos no es la idónea, comemos demasiado y el consumo de fibra es insuficiente o incluso nulo, por eso, nuestro cuerpo no elimina los residuos y esta acumulación nos intoxica, además comemos estresados, de pié, sin masticar convenientemente y si a esto le añadimos aditivos y productos químicos, malos hábitos como alcohol y tabaco y una vida sedentaria, con todo ello el resultado difícilmente será positivo.
Pero esto tiene arreglo, si actuamos, con ayuno curativo, con limpieza intestinal, por medio de sales y en ocasiones, con hidroterapia de colon, con masajes abdominales, charlas con el profesional de la salud, actividad física vigilada y poner en práctica algunos hábitos y costumbres saludables es lo principal que necesitamos para corregir las malas costumbres.
No son los años, sino el estilo de vida y la alimentación lo que determina la edad. Las toxinas en el intestino son las que nos estropean y envejecen precozmente, haciéndonos padecer enfermedades.
Aunque no padezcamos de estreñimiento conviene realizar una limpieza intestinal, una vez al año, aunque se recomienda hacerla con cada cambio de estación.
Como he escrito en un artículo anterior, el cuerpo está preparado para no enfermar y para durar algo más de 100 años de forma sana, pero hoy, a pesar de vivir más años, la gente muere más joven y los cánceres de colon son numerosos, junto con otras enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad o la diabetes mellitus entre otras.
Lo que debemos hacer es prevenir, sin grandes complicaciones, aumentando el consumo de frutas y verduras ricas en fibra y reducir las comidas con grasa y los embutidos, consumir leguminosas como habas, garbanzos, alubias, lentejas, etc.., cereales y granos, salvado, verduras de hoja verde, como espinacas, lechuga, brócoli, etc. evitar los refrescos no naturales y también los denominados ligeros, moderar el consumo carne, esto debe extremarse en los niños, en ellos debemos seguir la alimentación de la pirámide alimenticia, leche, huevos, carne, carbohidratos, cereales, siempre de forma equilibrada y variada, en los adultos procurar eliminar todo lo que pueda provocar colesterol, triglicéridos, y ácido úrico ya que la asimilación de los alimentos en el adulto NO es tan correcta como en un niño.
Alimentos recomendados para hacer una limpieza de colon
Durante el proceso de la limpieza del colon, se recomienda tomar 5 comidas ligeras pero sanas (desayuno, a media mañana, comida, merienda y cena).
- Verduras frescas y crudas (sin cocer para guardar al máximo los nutrientes)
- Sopas de verdura caseras (evitemos comprarlas preparadas).
- Ensaladas verdes (mezclemos distintas variedades de lechuga que ofrecen un sabor diferente y son más alimenticias).
- Pan, pasta o arroz integral y orgánico.
- Semillas y frutos secos.
- Carne, huevos o pescado sin hormonas y con moderación.
- Fruta fresca, variada y de estación.
Para conseguir mejores resultados optemos por productos orgánicos y a ser posible de la propia zona. Es importante masticar bien los alimentos antes de engullirlos. No cocinar en microondas ya que esto puede reducir la eficacia de la limpieza.
Muchas veces se confunde la limpieza del estómago con la limpieza intestinal. Pero el estómago no es el que se ensucia ya que la comida se mantiene menos de dos horas en el, antes de pasar al intestino delgado. Los problemas que afectan el estómago son la gastritis y ulcera y como resultado dan ardores y agruras.
En el mercado hay muchos productos que realizan maravillas con la limpieza de colon, pero como siempre los productos naturales son los mejores, algunos ejemplos:
Mezclar 2 litros de agua con 12 cc de jugo de limón, 12 cc de miel y ½ cucharadita de pimienta de cayena. Este preparado es para un solo día. Tomar repartido 10 veces al día. Se aconseja realizar ayuno total, siempre que las condiciones físicas lo permitan. También se aconseja no sobrepasar este tratamiento más de 3 días seguidos.
Se puede usar yogur para tratar problemas intestinales, se aconseja tomarlo regularmente, el yogur también contiene insulina, las bacterias lácticas ayudan a conservar el colon sano, también contiene calcio que impiden el crecimiento de algunas células que recubren el colon.
Seguir los consejos detallados más arriba sobre una dieta equilibrada.
Sustituir las harinas, azúcares y granos refinados por integrales.
Es muy importante beber más agua de lo habitual, esto beneficia la eliminación y la digestión.
Se pueden tomar semillas de linaza, estas ayudan a evacuar las heces. Se pueden mezclar semillas de linaza en el yogur, en las ensaladas y con los cereales.
El agua de mar es muy buena para esta desintoxicación, si bien resulta un poco desagradable de tomar si no se está acostumbrado.
- Una circulación intestinal sana tarda de 12 a 18 horas, hasta la evacuación.
- El estreñimiento y otros trastornos digestivos afectan a 1 de cada 5 personas.
- Muchos médicos recomiendan laxantes, que básicamente son una droga
Problemas gastrointestinales
Las enfermedades gastrointestinales son las que afectan al estómago o a los intestinos, estos trastornos son considerados factores que favorecen la aparición de muchas enfermedades crónicas como alergias, trastornos autoinmunes, inflamatorios o enfermedades degenerativas.
El sistema digestivo transforma los alimentos para que sean aprovechados por el organismo.
Una de las funciones más importantes de nuestro organismo es la digestión, este proceso lo realiza nuestro sistema digestivo, que está formado por la boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano.
La relación entre los estados emocionales y la enfermedad son algo evidente y estudiado, la función gastrointestinal es especialmente vulnerable al estrés emocional.
El paso gastrointestinal es una unión entre el mundo interno y el mundo externo de las personas. Su función no sólo abarca la digestión y la absorción de los nutrientes de los alimentos, sino que forma una barrera que elimina todas las moléculas de los alimentos que ocasionarían un peligro para la salud si pasaran a través de la mucosa intestinal y penetraran a la circulación orgánica.
La defecación es un acto muy importante al que hay que dedicarle el tiempo necesario para procurar que la evacuación sea completa. Para lograr un tránsito completo cada veinticuatro horas, serían precisas dos deposiciones diarias.
Hay enfermedades infecciosas, causadas por virus, bacterias o parásitos que penetran en el organismo a través de alimentos en mal estado, agua contaminada o por entrada de estos invasores por falta de higiene personal, manos sucias, etc.
Entre los principales microorganismos están: la Salmonella, la Escherichia coli, la Shigella, las Giardias y las amebas.
Estas a su vez causan: fiebre, cólicos, náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento.
Pero también hay las enfermedades llamadas crónicas, como el cáncer, la cirrosis que ataca al hígado, la diabetes que impide el adecuado funcionamiento del páncreas, los divertículos que se forman en el intestino delgado, la gastritis o colitis que son provocadas por ingerir alimentos irritantes o por estrés o las hernias de hiato que se forman en el esófago.
Acidez de estómago, diarrea, estreñimiento, colon irritable, gastritis, gases y flatulencias, ulceras, obesidad… son los trastornos más comunes.
La acidez de estómago es un ardor que sube hasta la laringe. Esto sucede cuando la válvula cardias, se afloja y deja pasar los ácidos gástricos al esófago.
Cuando haya acidez debemos evitar tumbarnos, ya que esta posición favorece la subida de los ácidos al esófago. En algunos casos, los antiácidos pueden aliviar, pero siempre que se consuman esporádicamente y bajo el consejo de un profesional.
Diarrea es un aumento en la frecuencia de las defecaciones (más de tres al día). Normalmente tienen su origen en un proceso infeccioso provocado por una intoxicación alimentaria, también la pueden provocar algunas enfermedades inflamatorias del intestino (como son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn), la insuficiencia del páncreas, situaciones estresantes y ciertos medicamentos.
Si es leve, basta tomar abundantes líquidos. Si la diarrea es severa y hay deshidratación es necesario tratarla por un profesional.
Estreñimiento hace referencia a la valoración de cada persona sobre su rutina intestinal considerándose estreñida a la persona que hace menos de tres defecaciones semanales.
Su origen principal se debe a una falta de fibra en la dieta. Otras veces está relacionado con enfermedades como la diabetes. También pueden producir estreñimiento algunos medicamentos en tratamientos del dolor, el corazón o depresión. Otras causas fisiológicas son problemas con los músculos de las paredes intestinales.
Colon irritable se caracteriza por la presencia de dolor abdominal y cambios en la regularidad intestinal. También se le llama colitis nerviosa.
Se desconoce una causa única concreta, se acepta que existen alteraciones en la movilidad celular y en la sensibilidad digestiva, afectadas por agentes psicológicos.
Posibles tratamientos son: medidas higiénico dietéticas, farmacología, tratamientos psicológicos, acupuntura.
Gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica que se produce por un exceso de secreción ácida, por haber comido excesivamente, por la ingesta de medicamentos antiinflamatorios o por una infección de Helicobacter pylori.
Se suele tratar con antiácidos o reguladores de la acidez y principalmente con una dieta blanda.
Gases y flatulencias consisten en una relajación de estómago o intestinos por la acumulación de gases. Estos pueden ser de origen gástrico o intestinal. Los primeros se eliminan con eructos, y los segundos se eliminan por vía anal.
Pueden provocarlos ciertos alimentos ricos en fibra, carbohidratos, celulosa, proteínas y grasas y bebidas gaseosas y la calidad de vida que llevamos habitualmente.
Hemos de controlar para evitarlos el consumo de carbohidratos y bebidas con gas.
Eliminar de la dieta las verduras flatulentas, como la coliflor o la col.
Evitar la ingesta de frituras.
Comer verduras de hoja cocidas.
En cuanto a la carne, reducir su consumo o mejor evitarla.
Comer despacio y masticando bien los alimentos.
Sustituir el café por infusiones digestivas.
Ulcera gastroduodenal es una herida en la mucosa que protege el estómago y el duodeno, provocada por un aumento de las secreciones ácidas que alteran las paredes de estas zonas.
Viene asociada a un dolor, que se concentra en la parte alta del abdomen, se acompaña de náuseas y ardor.
Conviene evitar el consumo de tabaco, alcohol, café, té y refrescos que contienen cafeína, no tomar comidas muy copiosas ni abusar de picantes y no tomar antiinflamatorios.
Obesidad se produce por un exceso de grasa en el cuerpo. Sus efectos más negativos son porque actúa como un agente que agrava a corto plazo determinadas patologías graves.
Aparte, de los malos hábitos de vida, también existen factores genéticos y orgánicos que la provocan. También pueden influir los factores socioeconómicos y psicológicos.
La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, También puede provocar problemas ortopédicos y dolor en la zona baja de la espalda y agravación de la artrosis, especialmente en caderas, rodillas y tobillos. Edemas en piernas y tobillos por acumulación de líquidos en estas zonas.
El mejor tratamiento sería la prevención, la persona obesa no debe perder kilos sino grasa.
Algunos problemas gastrointestinales pueden aliviarse con infusiones digestivas, A parte de estas hay dos tipos de plantas indicadas para tratar los trastornos digestivos intestinales. Unas son las plantas amargas, como la alcachofa, cardo mariano, lúpulo, quina o genciana, que contienen algunos principios activos que estimulan el apetito y favorecen la digestión, Y las plantas carminativas, anís verde, hinojo, alcaravea, angélica, comino y cilantro, por su contenido en aceites esenciales, con acción espasmolítico sobre la musculatura del tracto gastrointestinal.
La mejor prevención, se consigue hábitos sanos como:
- Mantener una alimentación equilibrada, con alimentos frescos y de calidad.
- Cuidar la higiene de los alimentos y su manipulación.
- Lavarse las manos siempre antes de comer y después de ir al baño.
- Lavarse los dientes después de cada comida.
- Evitar fumar y consumir bebidas alcohólicas y otras drogas.
- Descansar 8 horas diarias.
- Evitar el estrés.
- Defecar todos los días.
- Tomar 2 litros de agua.
- Evitar el exceso de grasas, picantes, condimentos y alimentos preparados.
Los trastornos gastrointestinales, son frecuentes en nuestra sociedad por el abuso de sustancias excitantes, pueden ser aliviados fácilmente con dietas compuestas de alimentos naturales.
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