El Fin de los Antibióticos



La era de los antibióticos está tocando a su fin. Cada año son más las enfermedades resistentes a su efecto.

Los científicos consideran la propagación de las bacterias resistentes a los antibióticos como una grave amenaza a la humanidad. 
Los médicos del mundo tocan campanas de alarma. Descubren cada vez más cepas de bacterias invulnerables a cualquier medicina moderna. Tan solo la Unión Europea registra veinticinco mil casos anuales de muerte por infecciones resistentes a los antibióticos. Algunas enfermedades tradicionalmente consideradas de tratamiento fácil se están volviendo mortales. Al igual que cientos de miles de años atrás, resulta complicado curar la tuberculosis, la blenorragia y la meningitis. Las intervenciones quirúrgicas muchas veces conllevan complicaciones, aclara el jefe de Cirugía Contaminada de la Clínica Militar Central Vishnevski, Iván Shandurenko: 
–Son más frecuentes los casos de complicación séptica después de las operaciones quirúrgicas. Este problema se está agravando a lo largo de varias décadas desde el descubrimiento de la penicilina. Cuantos más antibióticos, tanto más resistentes son los microorganismos a este fármaco. Obviamente, se están diseñando nuevas fórmulas, pero los microorganismos también crean nuevas técnicas para contrarrestarlas. 

 


Al ser descubiertos, los antibióticos parecían una panacea contra las enfermedades infecciosas. La neumonía y la septicemia dejaron de ser casos mortales. Disminuyó notablemente la mortandad a causa de otras infecciones graves. Pero, poco a poco, los propios antibióticos se han ido convirtiendo en la peor amenaza. Bajo sus efectos, las bacterias comienzan a mutar haciéndose más fuertes y peligrosas. Dejan de ser tratables con remedios tradicionales y se tornan un problema peor que el SIDA. En el caso de éste último, el paciente al menos tiene años para probar diversas formas de tratamiento. Y las infecciones mutantes lo matan en cuestión de días e incluso horas. 

Los científicos no dejan buscar nuevos tipos de fármacos. Pero los expertos en cuestión son bastante escépticos en cuanto a las perspectivas de estas búsquedas. Los medicamentos realmente nuevos son muy pocos. Y los análogos de los ya existentes no son eficaces. El doctor Vladislav Mitrojin, catedrático de Enfermedades Internas de la Universidad Médica Estatal de Novosibirsk, dice que en este caso de pronto pueden ser útiles algunos remedios antiguos, ya casi olvidados. 
–Si el paciente abusa de algún medicamento, las bacterias se vuelven definitivamente resistentes a los efectos de ese tipo de fármacos. Pero eso no ocurre con los antibióticos que se aplican pocas veces. Si un antibiótico cae en desuso, puede recuperar su efecto curativo dentro de algún tiempo. Algunos investigadores opinan que los viejos antibióticos que ya no usamos pueden volver a ser útiles en el futuro. 

La Organización Mundial de la Salud insiste en la prohibición de la venta de antibióticos sin prescripción médica para evitar su uso no controlado. El problema se agrava con el hecho de que una persona que jamás ha ingerido antibióticos con fines de tratamiento también puede resultar insensible al efecto de los mismos, porque los ha consumido comiendo carne, pollo o pescado. 

 

Todas las granjas del mundo utilizan antibióticos para evitar enfermedades y aumentar rápidamente el peso de los animales, peces y aves. La ración diaria de los cerdos y patos incluye cualquier cantidad de peligrosos fármacos. Nadie piensa en sus posibles efectos secundarios.

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