Ojo con la GARCINIA CAMBOGIA, un potente “quemagrasas” natural

La Garcinia Cambogia es una planta procedente de la India especialmente valorada por los científicos por ser muy rica en un elemento poco frecuente entre las especies vegetales y que presenta interesantes propiedades terapéuticas. Esta peculiar sustancia es el Ácido Hidroxicítrico que no sólo ha demostrado ser efectivo para saciar el apetito y limitar la ingesta de alimentos sino que además inhibe la lipogénesis –proceso por el cual el cuerpo produce y almacena ácidos grasos y colesterol- y es uno de los “quemagrasas” naturales más potentes que se conocen.

Además, a diferencia de otros supresores sintéticos del apetito, no actúa sobre el cerebro ni el sistema nervioso central sino sobre el hígado por lo que no provoca los efectos secundarios que sí se achacan a aquéllos -nerviosismo, taquicardia, depresión, insomnio, etc.- ni produce efecto rebote cuando deja de tomarse. De ahí que para muchos profesionales de la salud el extracto de esta planta -en forma de cápsulas o de líquido- sea un remedio natural de elección para ayudar a controlar el sobrepeso y prevenir problemas cardiovasculares.

Recientemente el médico estadounidense Mehmet Cengiz Oz, más conocido mundialmente como el Doctor Oz por su famoso programa de televisión del mismo nombre, retomó el debate sobre la eficacia de la garcinia cambogia, una planta procedente de la India que ‘aparentemente’ sirve como suplemento para adelgazar.

“Es un avance emocionante en la pérdida de peso de forma natural con una acción dual como quemador de grasa que puede ayudar a duplicar y triplicar su pérdida de peso”, aseguró el doctor Oz en el episodio donde enseñaba a sus televidentes las directrices para la compra del suplemento de garcina cambogia.

Esta planta se ha popularizado recientemente como un supresor del apetito y una ayuda natural en la pérdida de peso.

¿Usos eficaces?

A pesar de las recomendaciones del señor Oz, múltiples estudios revelan que no hay suficiente evidencia científica que avale las ‘maravillas’ antigrasa de esta fruta natural que sirve como un aditivo ácido para varios platos asiáticos y tratamiento natural para varias enfermedades.

En el caso de la medicina popular, los usos más comunes de la garcinia cambogia se relacionan con tratamientos para:

• Problemas digestivos
• Enfermedad reumatoide
• Problemas cardíacos

Esta fruta conocida también como tamarindo malabar, baya brindal, gambooge y vrikshamla, y la cual ha estado en las estanterías de las tiendas naturistas por muchos años, se ha vuelto a poner de moda como un ‘presunto’ agente para perder kilos o mantener el peso.

Sin embargo, sus supuestas propiedades adelgazantes son cuestionables y recuerdan los populares anuncios que promueven dietas milagrosas con una alta dosis de riesgo.

El debate por sus efectos adelgazantes

El ácido hidroxicítrico (o HCA, por sus siglas en inglés) es el principio activo de la garcinia cambogia y al cual se atribuyen las propiedades en relación con el metabolismo de las grasas. Según los promotores de este suplemento, los dos principales beneficios del HCA son:

• Reducir la acumulación de grasa en el tejido adiposo: inhibe la formación de acetil-CoA, una molécula intermedia que se obtiene en parte por la oxidación de los ácidos grasos.
• Inhibir la lipogénesis de novo: se trata de evitar la formación de grasas en el organismo a partir de algún precursor como la glucosa, lo que se traduciría en una menor acumulación de ácidos grasos en el tejido adiposo.

Lograr estos efectos depende de complementos como mejorar los hábitos de consumo y aplicar alternativas para comer menos azúcares de una manera equilibrada.

Contradicciones con su uso

Algunos estudios han demostrado que la ingesta de garcinia cambogia se asocia con la liberación de serotonina en el cerebro (mecanismo para la supresión del apetito). No obstante, la mayoría de estos resultados responden a ensayos realizados con animales de experimentación y no con humanos.

Estos son algunos estudios que sustentan la poca eficacia de los suplementos derivados de la planta para adelgazar:

• Universidad Autónoma de Baja California (Tijuana, México): “Los resultados de los ensayos clínicos más relevantes llevados a cabo en humanos no han reportado diferencias significativas entre los grupos de control (ácido hidroxicítrico) y los grupos placebo.
• Journal of Obesity: un metaanálisis liderado por el prestigioso investigador Edzard Ernst, publicado en 2011 en esta revista concluye que, aunque los extractos de garcinia generan pérdida de peso a corto plazo, la magnitud de este efecto es pequeña y no es significativa cuando solo se consideran los ensayos clínicos rigurosos. En consecuencia, el uso de este complemento y su relevancia clínica es cuestionable.
• Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN): en abril de 2004, dos investigadores del Departamento de Medicina Alternativa de las universidades de Exeter y Plymouth (Reino Unido) publicaron un extenso estudio para valorar la eficacia y la seguridad de los suplementos dietéticos utilizados como ayuda en la pérdida de peso.

Para ello los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura científica para evaluar todos los estudios publicados al respecto (sin restricciones de idioma) en las siguientes bases de datos bibliográficas: Medline, Embase, Amed, Cinahl y Cochrane Library.

Los estudios debían ser aleatorizados y doble ciegos. Aunque los suplementos de garcina cambogia cumplieron con estos requisitos, no fue concluyente que los extractos de la planta demostraran efectividad en la pérdida de peso, excepto los que contenían Ephedra sinica o Efedrina, sustancias asociadas a un elevado riesgo de efectos adversos.

Los autores concluyeron que “no se puede recomendar ninguno de los suplementos estudiados”.

Por ahora “se necesitan más estudios antes de recomendar el uso de garcinia cambogia como tratamiento coadyuvante en la pérdida de peso, y es necesario que los ensayos futuros sean más rigurosos”, asegura la doctora Gilma Garrido, médica biológica.

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