La acidez es un síntoma del reflujo gástrico, el cual es un trastorno digestivo el cual se manifiesta mediante una sensación de ardor y malestar estomacal y esofágico que se experimenta después de haber comido alimentos líquido o sólidos, debido a que el ácido gástrico sube desde el estómago al esófago, lo cual provoca la sensación de acidez que da un sabor amargo o agrio en la garganta o boca, la cual puede durar desde unos minutos hasta horas, sensación que suele acentuarse después de comer.
¿Qué es el reflujo gástrico?
La palabra reflujo significa “que vuelve a regresar”. En un organismo saludable, después de comer ya sean alimentos sólidos o líquidos, la digestión lleva a cabo un proceso donde una banda de músculos agrupados al final del esófago (llamados esfínter esofágico inferior) se cierra para que el alimento no regrese al esófago (el cual es un tubo ubicado justo detrás del esternón), y pueda digerirse de forma normal. Sin embargo, cuando este músculo o “puerta” no logra cerrarse bien, los contenidos del estómago parcialmente digeridos pueden devolverse al esófago, y provocar la sensación de ardor y acidez ya que este reflujo por lo general contiene ácido gástrico, el cual puede irritar al esófago y crear una sensación de ardor o irritación en él.
Cuando la acidez es constante y frecuente, entonces se pudiese estar padeciendo de lo que se conoce como enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE).
Causas que provocan el reflujo gástrico:
• Puede ocurrir con frecuencia cuando se padece de una hernia hiatal, que se da cuando la parte superior del estómago protruye hacia arriba dentro de la cavidad torácica, lo cual debilita el esfínter esofágico inferior facilitando el reflujo de ácido desde el estómago hacia el esófago.
• El uso de medicamentos como anticolinérgicos, aspirina, Bloqueadores Beta para la presión alta o para la cardiopatía, medicamentos para la hipertensión arterial, algunos broncodilatadores para el asma, la dopamina para el mal de Parkinson, etc.
• Malos hábitos alimenticios y el abuso en el consumo de sustancias irritantes.
• El embarazo en ocasiones, debido a la presión que ejerce el bebé sobre el estómago.
• El sobrepeso, pues la excesiva presión provoca que los alimentos se regresen al esófago.
• Las ideas o experiencias que no son bien “digeridas” o aceptadas, o que no se pueden asimilar, propician estados emocionales de ansiedad, disgusto y rechazo, lo cual propicia un ambiente estomacal tenso, revuelto y desequilibrado que propicia la acidez y el reflujo gástrico.
Síntomas del reflujo gástrico:
Es necesario que si sientes algunos de los síntomas siguientes con frecuencia pongas atención y trate este problema, ya que si no lo atiendes con el tiempo el reflujo continuo puede lesionar el recubrimiento del esófago y ocasionar problemas serios. Los síntomas frecuentes son:
• Ardor estomacal y en el esófago.
• Acidez, conocida también como indigestión ácida, es uno de los síntomas más comunes del reflujo gastroesofágico.
• Sensación de volver la comida.
• Dolor debido a la acidez, el cual suele originarse en el pecho y puede irradiarse hacia el cuello o la garganta.
• Síntomas en casos muy severos: vomito con sangre o color negro, heces muy oscuras o marrón, el ardor va acompañada de un dolor constrictivo u opresivo.
Tratamiento para evitar la acidez y el reflujo gástrico
Los hábitos en la alimentación son fundamentales para ayudar a tratar este problema. Es indispensable que si tienes reflujo gástrico elimines de tu dieta:
• Cafeína.
• Refrescos y bebidas carbonatadas
• Chocolate y café
• Tomates y salsas de tomate
• Alcohol y vinagres
• Alimentos muy condimentados o grasos de origen animal (fritos, embutidos, etc.)
• Mostazas, chiles, irritantes, pimienta, etc.
• Leche de vaca, quesos y productos derivados.
Debes incluir en tu dieta:
Ensaladas y jugos de vegetales frescos los cuales son ricos en vitaminas y minerales que ayudan a restaurar las funciones digestivas. Bebe jugo de sábila o zanahoria en las comidas y toma leches vegetales como al de avena, arroz, almendra, etc., que son digestibles y ligeras para el estómago, además de ser muy nutritivas y no causar intolerancias. Los alimentos probióticos (como el kéfir o búlgaro) son excelentes en las mañanas, pero no los combines con otras proteínas, tómalos solos con un poco de miel de abeja y algún cereal integral.
Hay ciertos hábitos que pueden ayudarte a evitar el reflujo:
• No realices actividades físicas fuertes después de comer, trata de reposar la comida dando una buena caminata, la cual estimulara una correcta digestión.
• No te acuestes después de comer, lo mejor es caminar.
• No cargues cosas pesadas ni te agaches después de comer.
• No comas con prisa y mastica bien y despacio los alimentos.
• Evita discutir o hablar mucho mientras comes, si has hecho algún coraje, no comas inmediatamente, espera a que el enojo se pase.
• No acompañes la comida con ninguna bebida azucarada ni con frutas, elige siempre una comida guisada y una ensalada o un jugo de vegetales para ayudar a una muy buena digestión.
• Puedes beber una tacita de agua tibia o jugo de sábila o verduras frescas para acompañar tu comida, no bebas agua fría ni más de un vaso de agua cuando comes, el agua debe beberse media hora antes o una hora después de comer.
• Evita fumar, ya que las sustancias químicas del humo del cigarrillo debilitan el esfínter esofágico inferior.
• No cenes muy tarde, debes cenar 2 horas antes de dormirte y, antes de dormir, come una manzana fresca para ayudar a restaurar las funciones digestivas de tu estómago.
• No uses cinturones o ropa que apriete tu estómago, tu ropa debe ser cómoda y relajada.
• Si tienes sobrepeso es necesario que busques una dieta adecuada para bajar de peso, ya que el sobrepeso propicia la acidez gástrica debido a la excesiva presión interna. En muchas ocasiones los síntomas del reflujo gastroesofágico desaparecen por completo después de que una persona baja entre 7 u 8 kilos de peso.
Algunas recomendaciones en tus hábitos:
• Practica actividades relajantes para tus emociones y tu cuerpo como el yoga o la meditación.
• Trata de leer libros que te ayuden a comprender y entender mejor lo que sientes y a fluir de forma más óptima con tus emociones. .
Hierbas recomendadas:
Algunos remedios herbolarios para tratar la acidez son: infusión de raíz de consuelda o de altea para aliviar la irritación e inflamación de los órganos digestivos. bebe solo una tacita al día y no uses este remedio más de tres semanas seguidas.
También son recomendables las decocciones de ruda, genciana o hidrastis. Recuerda no abusar de su consumo y descansar de las tomas cada dos o tres semanas.
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