El ayuno es uno de los sistemas terapéuticos que más tabúes ha levantado, algo comprensible en la medida que actualmente la privación de ingerir alimentos se relaciona con trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia.
Hay que decir que la abstención de ingerir alimentos es un hábito muy antiguo, llevado a la práctica tanto por los cristianos durante muchos años, como por otras culturas, ya que representaba uno de los caminos para alcanzar la perfección espiritual y como vía de depuración del cuerpo.
Dejando de lado el ayuno de cariz espiritual o religioso, la renuncia a la comida se lleva a cabo con el fin de provocar un cambio en el metabolismo. Así se eliminan toxinas y se limpia el organismo. De todas maneras, este sigue siendo un tema muy discutido, porque muchas personas no comparten la idea de que la privación voluntaria de alimentos sea un sistema para curarse. A pesar de ello, siempre es positivo conocer la existencia de terapias alternativas, para así poder decidir si se opta por ellas o no.
También hay que señalar que no todo el mundo puede hacer ayuno. Depende de las condiciones físicas de cada persona y de la edad. Aunque es un tratamiento de cura, no es conveniente en las personas con un estado físico débil o con defensas bajas.
Lógicamente, tampoco deben llevarlo a acabo los niños ni los adolescentes, porque las condiciones físicas propias de esos años no resistirían esta terapia. Además, el ayuno responde también a un proceso de maduración de la persona que no se tiene en esas edades.
Tampoco puede hacerse de manera aleatoria ni precipitada, ya que hay que seguir unas pautas y llevarlo a la práctica de forma paulatina.
Como se trata de un procedimiento costoso de llevar a la práctica puede ejercitarse de diversas maneras para hacerlo más o menos llevadero:
Cuando la abstinencia de alimentos se suple sólo con agua tomada en grandes cantidades, que también favorece la limpieza del cuerpo.
Otro es la privación de nutrientes que son sustituidos mediante jugos de frutas.
También es posible practicar el ayuno a través de la ingestión de jugos, caldos de verduras y otros nutrientes no sólidos.
Sus principales beneficios
Según la naturopatía, a través de la abstinencia de comida se puede llegar a curar trastornos del sistema digestivo, del sistema respiratorio, algunos problemas coronarios y también ciertas afecciones de la piel.
Mientras dura el proceso, el cuerpo experimenta una serie de cambios:
Se expulsan las toxinas acumuladas mediante el sudor y la orina. Ambos líquidos son muy densos en esta etapa y adquieren un olor más fuerte de lo normal. Por eso es necesario llevar una higiene muy esmerada cuando nos privamos de comida.
En cuanto a las defecaciones, es sorprendente que aun cuando no se toman alimentos sólidos o ninguna clase de alimentos, según el sistema de ayuno que se haga la persona continúa excretado. Los intestinos siguen “trabajando” expulsando los restos de comida de días anteriores. En esto radica la limpieza del organismo cuando nos abstenemos de alimentos.
También los pulmones hacen su proceso de depuración mediante secreciones de mocos. Además, es característico un aliento fuerte cuando se está gestando el procedimiento de limpieza interior, por la misma razón, se favorece una salida de los residuos.
Se desintoxica totalmente el cuerpo y a pesar que las personas con defensas bajas no pueden practicar el ayuno, hay que decir que el sistema inmunológico se fortalece notablemente tras esta experiencia.
Mientras dura el proceso, es frecuente que salgan impurezas a través de la piel, lo que se manifiesta con la aparición de granitos y puntos negros en la cara y en el cuerpo. Esta es una señal más de que el organismo se está limpiando por dentro y los sedimentos son expulsados.
Durante el ayuno es conveniente estar lo más relajado posible. En ese estado se favorece la salud mental y se ayuda al cuerpo a administrar las reservas que dispone.
Esta es una pequeña introducción a lo que es el ayuno desde un punto de vista físico. Como no es un asunto para ser tratado someramente, insistimos en que si le interesa esta práctica, se informe de una manera seria y exhaustiva.
Debe saber si es un método adecuado para usted, ya sea consultando al médico o leyendo bibliografía sobre métodos terapéuticos alternativos.
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