Las autoridades antimonopolio de Italia han aplicado una multa de 180 millones de euros a las compañías farmacéuticas suizas Novartis y Roche. Las considera responsables de confabular o estafar para manipular el mercado de medicamentos italiano.
Roche y Novartis alcanzaron un acuerdo ilegal para restringir el uso del medicamento Avastin (de Roche), relativamente barato, en el tratamiento de una patología ocular generalizada entre ancianos, la degeneración macular (primera causa de ceguera en los países industrializados).
Ese “autoboicot” a dicho fármaco era una maniobra para favorecer al Lucentis, preparado de Novartis para la misma indicación, pero más caro. Con el acuerdo ganaban ambas empresas, claro. En el original de La Repubblica tenéis los precios.
La acción le costó al servicio nacional de salud de Italia más de 45 millones de euros tan sólo en 2012. Además, los costos adicionales en el futuro podrían ascender potencialmente a 600 millones de euros al año. Novartis y Roche lo niegan.
Me llama la atención, además del trapicheo que se han traído con la vista de tantas personas, que el medicamento Avastin no está indicado para la degeneración macular, basta con leer la ficha técnica, al acceso de todo el mundo en internet. Osea que además de la estafa económica, los médicos han podido recetarlo fuera de indicación.
Avastin se usa en algunos casos de cáncer. Pero hete aquí que hace poco Mark R. Gilbert, profesor de neuro-oncología en la Universidad del Centro de Texas MD Anderson Cancer de Houston, presentó los resultados de un ensayo clínico que evaluaba el medicamento en pacientes con diagnóstico reciente de glioblastoma multiforme, un cáncer cerebral agresivo.
Para sorpresa de muchos, el estudio de Gilbert no encontró ninguna diferencia en la supervivencia entre los que recibieron Avastin y los que recibieron un placebo.
No deja de ser paradójico que en plena crisis financiera mundial Roche amenazase a países como Grecia o España con dejar de suministrar ciertos fármacos por las deudas que tenían con ella y que en Italia al tiempo estuviese desarrollando las citadas maniobras ahora castigadas.
Con respecto al medicamento Lucentis (este sí autorizado para tratar la degeneración macular), el año pasado fue protagonista en España de reacciones adversas notificadas. En concreto, cardiopatía isquémica asociada a su administración intraocular.
Por cierto, in Spain, estas cosas de contravenir las leyes internacionales de libre competencia no ocurren ¿verdad?
NOTA DE CLAVES DE SALUD: ¿Será que en Colombia y Argentina estará pasando lo mismo con el consenso de las autoridades y el silencio de sus habitantes?
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