Conocemos la forma para que tu cuerpo viva más años en completa armonía, sin medicinas que lo maltraten y deterioren; sólamente con todo lo natural que esté a tu alcance y mejorando hábitos de vida.
Las bondades del Ginseng
Todos solemos recurrir para curar nuestras enfermedades a antibióticos y medicamentos realizados químicamente en un laboratorio. Evidentemente, por nada debemos contradecir el consejo profesional de un médico ni suspender un tratamiento médico que te ha recetado tu especialista. Las terapias alternativas pueden complementar un tratamiento médico, o incluso apoyarte en tu recuperación cuando te atiende un facultativo.
Además, tampoco podemos olvidar que en el fondo de todo preparado de cualquier antibiótico, están las hierbas y raíces de la madre naturaleza. Una de estas es el Ginseng.
El Ginseng posee innumerables propiedades que lo convierten en un complemento muy apropiado para tenerlo en la despensa y recurrir a él en periodos en que nos aqueja alguna enfermedad. Y es que se trata de un complemento alimenticio muy completo y repleto de cualidades.
Habrás visto que muchas de las pastillas que venden para adelgazar contienen Ginseng. Pero también lo llevan aquellos complejos vitamínicos que funcionan contra la apatía y son recomendables para momentos de bajón emocional o de desgaste físico. Y la razón de esto es que, entre otros beneficios, el Ginseng fortalece el sistema inmunológico, incrementa la vitalidad y favorece la concentración mental. Ocurre que cuando nos ponemos a dieta, o cuando nos enfrentamos a muchas circunstancias que nos desbordan, esto repercute en nuestras defensas y nos hace deprimirnos, acabamos cansados.
Otras propiedades del Ginseng
Fruto de desgaste físico y emocional, también se producen en ocasiones los temidos fracasos maritales, es decir, cuando no somos capaces de mantener una relación sexual con nuestra pareja. También aquí, puede ayudarnos el Ginseng con sus efectos afrodisíacos.
Las virtudes de esta hierba oriental se completan con su poder reconstituyente de las células, los músculos y el sistema nervioso.
Ayuda a eliminar toxinas, lo que resulta especialmente importante para depurar el organismo. Y además controla la hipertensión arterial.
Hay periodos en los que el Ginseng nos resulta especialmente interesante, como son la menopausia y la andropausia, épocas de exámenes, periodos convalecientes de alguna enfermedad, para la astenia primaveral u otoñal.
No obstante, nunca conviene automedicarse, ni quisiera en el caso de las terapias alternativas, sin consultar antes con tu médico o, con el farmacéutico o profesional experto. Además, si estás recibiendo tratamiento, esta precaución es aún más importante, y es que el Ginseng, como otros complementos, puede interferir con el funcionamiento de de ciertos medicamentos.
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