Y hablando de leche es
posible que la oxitocina tenga algo que ver con nuestra costumbre de beber
leche de vaca que, como ya sabemos, es un caso único en el reino animal (somos
los únicos mamíferos que bebemos las leches de otras especies superada la edad
de mamar). Una costumbre rechazada por los naturistas que consideran la leche
animal perniciosa para nuestra salud. ¿Y entonces por qué gran parte de la
población del planeta consume leche de vaca y toda su extensa gama de
derivados? ¿A qué se debe tanto amor lácteo? ¿Podría explicarse por el hecho de
que la leche de vaca está cargada de oxitocina vacuna y al ser ésta muy similar
a la hormona humana se una a nuestros mismos receptores celulares? ¿Será esta
hormona-droga la que despierta nuestro “mono” por la leche vacuna?
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