Al día de hoy puedo decir que tengo un claro entendimiento de la relación que existe entre el colesterol y la salud. ¿Qué tal tú? ¿De casualidad tienes miedo de tener altos niveles de colesterol? ¿Estás tirando y desperdiciando las yemas de huevo con la creencia que son dañinas para tu salud? ¿Estás tomando medicamento para reducir los niveles del colesterol o considerando hacerlo?
Si contestaste sí a alguna de estas preguntas, entonces sigue leyendo, te aseguro que te sorprenderás al saber los mitos y verdades sobre el colesterol.
Durante mis primeros años de universidad recuerdo que creyendo hacerle un favor a mi salud, tiraba y desperdiciaba las yemas de los huevos con el motivo de no consumir tanto colesterol y reducir así el riesgo de contraer enfermedades cardiacas.
Mitos y verdades
Existen muchos mitos del colesterol que son a menudo mencionados y no muchas verdades que podamos decir se conocen. Para poder decir de una manera fácil y creíble los mitos y verdades acerca del colesterol, tendremos que recurrir al trabajo del experto en la materia, el Dr. Uffe Ravnskov, autor del libro Los Mitos del Colesterol: Exponiendo la creencia fallida que las grasas saturadas y el colesterol causan enfermedades cardiacas. Probablemente el líder número uno en la materia.
Mito: Niveles altos de colesterol son muy peligrosos
Verdad: El colesterol no es un veneno letal, sino una sustancia que necesitamos para estar saludables. Altos niveles de colesterol por si mismos no causan enfermedades cardiacas.
Mito: El tener bajos niveles de colesterol significa estar a salvo de enfermedades cardiacas.
Verdad: Las personas que tienen niveles bajos de colesterol tienen los mismos niveles de enfermedades cardiacas que las personas que tienen niveles altos de colesterol.
Mito: Una dieta exenta en colesterol ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.
Verdad: El colesterol que se encuentra en la sangre proviene de 2 fuentes: el colesterol encontrado en los alimentos y el colesterol que el hígado produce a partir de algunos nutrientes.
La cantidad de colesterol que el hígado produce varía de acuerdo a la cantidad que se consume. Si se consume mucho colesterol, el hígado produce menos, y si se consume poco colesterol el hígado produce más. Esta es la razón por la cual una dieta baja o nula en colesterol no necesariamente quiere decir la reducción de niveles de colesterol notables, realmente terminan siendo escasos los porcentajes de reducción.
Mito: Los medicamentos recetados para reducir el colesterol ayudan a evitar enfermedades cardiacas y prolongar la vida.
Verdad: Las drogas que únicamente se encargan de reducir niveles de colesterol en sangre no se encargan de evitar algún tipo de enfermedad cardiaca o el de prolongar la vida de la persona. Estas drogas amenazan a tú salud y pueden llegar a reducir la longevidad de las personas.
Mito: El colesterol “Bueno” se llama HDL y el colesterol “Malo” se llama LDL
Verdad: El HDL y LDL no son tipos de colesterol. Estas 2 sustancias son lipoproteínas (moléculas de proteína y grasa) que transportan el colesterol a través del sistema circulatorio. La LDL significa lipoproteínas de baja densidad y la HDL significa lipoproteína de alta densidad. La razón por la cual se le denomina a cada una de estas sustancias como colesterol bueno o malo, es debido a que las LDL se encargan de acarrear colesterol hacia las arterias, mientras que las HDL se encargar de acarrear colesterol lejos de las arterias. Es por ello que reciben el nombre de colesterol malo o colesterol bueno respectivamente.
Lo que la mayoría de los Médicos NO le dirán acerca del colesterol
El colesterol que naturalmente se encuentra en alimentos de origen animal no es dañino para su salud. Pero se puede convertir en dañino para su salud si es dañado por exposición a altos niveles de temperatura y/o técnicas de procesado severas. Si usted consume regularmente “Colesterol Dañado” y alimentos que son ricos en radicales libres, lo más probable es que tenga niveles altos de colesterol dañado circulando a través de su sistema circulatorio. Y si regularmente se tiene colesterol dañado circulando por la sangre, entonces un nivel alto de LDL (lipoproteínas de baja densidad) se relaciona con un riesgo más alto de lo normal de desarrollar enfermedades cardiacas. Y niveles altos de HDL (lipoproteínas de alta densidad) se relaciona con riesgo por debajo de lo normal de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
En otras palabras, si tiene cantidades significativas de colesterol dañado en su corriente sanguínea, no querrá tener niveles altos de LDL disponibles para acarrear al colesterol a las arterias, donde el colesterol dañado puede contribuir a un acumulo de placa arterial (aterosclerosis) y el endurecimiento de ella (arterosclerosis), y querrá tener niveles altos de HDL disponibles para poder acarrear el colesterol dañado fuera de las arterias.
Así que, mientras que efectivamente es importante contar con niveles altos de HDL para ayudar a reducir los riesgos de desarrollar algún tipo de enfermedad cardiovascular, lo que es más importante en lo que a colesterol y su salud respecta, es el de evitar alimentos de origen animal que hayan sido cocinados a altas temperaturas, debido a que estos alimentos son ricos en el contenido de colesterol dañado.
¿De dónde parten las guías convencionales?
Lamentablemente, las guías convencionales que promueven la reducción de los niveles de colesterol para gozar de una buena salud cardiaca, son influenciadas en gran parte por las compañías farmacéuticas quienes generan billones de dólares con la venta de sus medicamentos reductores del colesterol.
Por ejemplo: en un principio los niveles tolerados de colesterol eran alrededor de las 260 unidades en sangre. Después este número se redujo a 240 unidades. No duro mucho este límite cuando de repente disminuyo nuevamente 20 unidades más para ubicarse en las 220 unidades. Este nuevo límite estuvo algún tiempo en el mercado cuando finalmente redujo a las 200 unidades. Y actualmente el límite de colesterol permitido es de 180 unidades en sangre. Como podrá darse cuenta los niveles máximos permitidos de colesterol cada vez reducen más. Esto solo se realiza con el única y sencilla razón de poder recetar y vender a las personas medicamentos que se encarguen de disminuir los niveles de colesterol.
Estas modificaciones de los límites permitidos de colesterol, causa cada vez un estimado de 8 billones de personas (americanos) a ser candidatos inmediatos a cualquier tipo de terapia médica para la reducción del colesterol.
Aunque esta noticia fue cubierta por muchos medios de información, solo un periódico americano (Newsday), reporto que la mayoría de los médicos responsables de establecer las nuevas recomendaciones del colesterol máximo permitido, tuvieron un conflicto de intereses. Casi todos recibieron dinero – usualmente en la forma de propiedades u honorarios – de al menos 10 compañías farmacéuticas.
Los medicamentos más comunes y sus consecuencias
Los medicamentos más recetados para la reducción del colesterol, son unas drogas denominadas Statins, según su nombre en inglés. A estas drogas se les conoce con los nombres Lipitor, Lescol, Lopid, Mevacor, Novina, Zocor, entre otras. De todos estos medicamentos el más recetado y/o vendido es el Lipitor. Irónicamente todas estas drogas causan severos daños al hígado y se sabe provoca cáncer en ratas de laboratorio. Por lo tanto, al momento que se pretende tomar alguno de estos medicamentos o ya se está consumiendo alguno de ellos, se están creando daños sobre el hígado. Como lo mencionamos anteriormente, el hígado se encarga de mantener los niveles de colesterol en un nivel fijo. Esto es a través de una producción mayor o menor de colesterol según el consumido a través de la dieta. Pero si el hígado se deteriora, como en el caso del consumo de medicamentos para el colesterol, entonces se está creando que por más medicamento, dieta o ejercicio que se haga, será muy difícil poder llegar a los niveles de colesterol deseados debido a que el hígado no se encuentra trabajando adecuadamente a causa del daño causado y será necesario realizarse algo llamado “Desintoxicación y/o Limpieza de Hígado” (tema que será visto en artículos posteriores).
Normas generales para tener niveles saludables de LDL, HDL, Colesterol total y Triglicéridos
Las guías que se presentan a continuación, son recomendaciones realizadas por algunos de los médicos naturistas más destacados del tema y que han logrado observar cientos de pacientes durante algunos años y han podido concluir que son niveles saludables en las que se logra mantener una buena salud.
1. Idealmente, es mejor tener un nivel de colesterol superior a las 150 unidades (mg/dl). Pero si sus niveles de colesterol son menores a esto, siempre y cuando se estén consumiendo alimentos ricos y densos en nutrientes como son los vegetales, y no se sufra de alguna enfermedad, probablemente no hay razón por la cual preocuparse. Niveles bajos de colesterol pueden presentar a la larga, depresión, mayor riesgo a un infarto y un sin número de problemas relacionados con las desbalance de hormonas. Si no se están obteniendo niveles adecuados de vitamina D en la dieta, tener bajos niveles de colesterol puede llevar a obtener deficiencias de vitamina D aun cuando se tenga exposición solar adecuada, debido a que esta vitamina se sintetiza a través de la exposición solar y el colesterol, y de no tener un nivel de colesterol adecuado, la síntesis no será la adecuada.
2. Idealmente, la proporción de las HDL con el Colesterol total debe de ser mayor del 25%. Entre más grande sea la proporción es mejor. Si esta proporción es del 15%, 10% o menor, existe una gran posibilidad de padecer algún problema cardiaco.
3. Idealmente, es mejor tener una proporción de niveles de triglicéridos con respecto a las HDL, de un nivel de 2.0 o menor, es decir, según el total de unidades de los triglicéridos con respectos a las HDL, deberán de tener 2 unidades o menos las HDL.
4. Si los niveles de HDL/Colesterol total y los niveles de Triglicéridos/HDL se encuentran dentro de los antes recomendados, y se encuentra principalmente consumiendo colesterol No dañado, tener niveles de colesterol mayor a las 200 unidades probablemente no sea causa de preocupación. De hecho, a las personas que la genética les causa tener niveles mayores a las 350 unidades, han demostrado no tener algún riesgo elevado de enfermedades del corazón siempre y cuando sus proporciones se encuentren dentro de los niveles adecuados y se mantengan lejos del consumo de colesterol dañado.
Recomendaciones con sentido
En vez de enfocarse únicamente en los niveles de colesterol obtenidos en sus últimos resultados de laboratorio, su salud es mejor atendida a través de:
1. Asegurar un consumo regular de una gran variedad de alimentos ricos y densos en nutrientes como los vegetales, legumbres, frutas, granos enteros y pocas cantidades de nueces y semillas.
2. Asegurar un consumo regular de grasas saludables como aquellas encontradas en los aguacates, olivas, huevos orgánicos, coco.
3. Eliminar el consumo de alimentos de origen animal que hayan sido calentados a altas temperaturas o que hayan sido altamente procesados como lo son los embutidos.
4. Tratar de vivir una vida balanceada que incluya un descanso adecuado, actividad física regular, la exposición al aire fresco y luz solar (sin llegar a quemarse), relaciones con sentido y un propósito en la vida.
Nota: Algunas organizaciones citan diferentes estudios en los que demuestran que un consumo bajo de grasa y colesterol son más recomendables que aquellas dietas que incluyen un consumo generoso de grasas saludables y colesterol no dañado. El problema de estos estudios, desde mi punto de vista, es que ellos no realizan una distinción entre grasas y colesterol dañado y no dañado. Y esta es una muy importante distinción. Hay una gran diferencia entre comer huevos cocidos a una temperatura media y comer un bistec bien cocido varias veces a la semana.
Por lo tanto, si padeces de niveles altos de colesterol y pretendes o ya estas consumiendo algún medicamento, entonces piénsalo bien. Pregúntate si el riesgo y daño obtenido por el consumo de estas drogas vale la pena, sobre todo al saber que existen formas naturales de reducirlo y mantener una salud cardiovascular excelente.
El autor es nutriólogo holístico
Por Hugo Robin
www.despertandosalud.com
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